Los bidones juegan un papel importante a la hora de facilitar el esfuerzo humano. Se utilizan en diversos campos como la industria, el hogar, la sanidad, la gestión de residuos, los negocios, etc.
Encontramos distintos tipos de bidones y cada uno de ellos sirve para un propósito diferente. Profundicemos en los bidones de plástico y los metálicos para conocer bien las funciones que nos aportan.
Bidones de plástico
Estos son los contenedores que se utilizan para almacenar productos líquidos peligrosos o no peligrosos. Pueden contener hasta 55 galones de estos líquidos, y una cantidad mínima de 15 galones. La mayoría de los bidones de plástico que se utilizan para fines industriales están hechos de HDPE (polietileno de alta densidad).
Los bidones de plástico se dividen a su vez en dos partes:
- Cabeza abierta
- Cabeza cerrada
¿En qué se diferencian unos de otros?
Los bidones de cabeza cerrada son para agua y otros productos líquidos. En cambio, aunque los bidones de cabeza abierta también pueden utilizarse para líquidos, pero son principalmente para productos secos.
El cabezal abierto (o la parte superior abierta con tapa) permite entrar y salir del bidón con el producto más fácilmente. Se fabrican mediante un proceso comúnmente conocido como moldeo por soplado y están disponibles en diferentes tamaños: 15, 30 y 55 galones.
¿Qué usos y cualidades nos ofrecen?
Su practicidad es la principal razón por la que tienen un número tan diverso de usos.
- Dentro de las distintas industrias, su función principal es siempre el transporte y/o el almacenamiento.
- Los bidones de plástico pueden apilarse para facilitar el almacenamiento y pueden estar provistos de una amplia gama de revestimientos para facilitar su limpieza.
- Las gruesas paredes de los bidones de plástico hacen que, por lo general, sean a prueba de fugas.
- Su construcción también los hace resistentes a los rayos UV, por lo que se reduce la posibilidad de que el calor o la luz dañen el contenido.
- Aunque no es la opción más respetuosa con el medio ambiente, son duraderos, lo que significa que pueden reutilizarse una y otra vez si se limpian y mantienen adecuadamente.
- Esto representa una verdadera relación calidad-precio.
- Los bidones de plástico también están disponibles en dos diseños diferentes: de tapa abierta y de cabeza cerrada.
- Los bidones de tapa abierta están diseñados para permitir un fácil acceso al contenido, por lo que son ideales para almacenar líquidos en los que hay que sumergirse simplemente quitando la tapa. Son más adecuados para almacenar materiales secos.
- Los bidones de cabezal cerrado son perfectos para almacenar y transportar materiales líquidos, ya que la tapa está más sujeta a la parte superior
Ahora que ya conocemos las características y funciones de los bidones de plástico, vamos a conocer lo que nos aportan los bidones de metal y en qué se diferencian.
Bidones de metal
Los bidones de metal son resistentes, rentables, reutilizables y duraderos. Son perfectamente adecuados para satisfacer una amplia gama de necesidades de almacenamiento y transporte industrial. Sin embargo, hay varias variedades de bidones de metal en el mercado.
¿Para qué se utilizan los bidones de metal?
Los bidones de metal diseñados para uso industrial deben estar certificados por la ONU y aprobados para contener líquidos y sólidos peligrosos. Esto significa que los bidones de metal pueden contener residuos peligrosos y productos químicos peligrosos de forma segura. Pero se trata de contenedores versátiles, y también pueden estar certificados para uso alimentario, lo que les permite ser utilizados con carácter industrial por la industria alimentaria.
¿Qué usos y cualidades nos ofrecen?
- Son ideales para almacenar, transportar y contener materiales tóxicos y peligrosos.
- Su robustez garantiza la máxima protección, ya que no se doblan, agrietan o rompen fácilmente durante el transporte.
- No sólo es improbable que se rompan o tengan fugas, sino que también ofrecen protección contra los daños por incendio.
- Los bidones de metal son fáciles de apilar, lo que los convierte en una buena opción si tiene una zona de almacenamiento más pequeña y necesita optimizar el espacio disponible.
- Una vez que llegan al final de su vida útil, pueden reciclarse sin complicaciones.
- Son una opción sensata para cualquiera que quiera un bidón de almacenamiento que dure mucho tiempo pero que tampoco tenga un impacto negativo en el medio ambiente.
Para finalizar te preguntarás, ¿cuál es la mejor opción para mi? Te vamos a dar unos consejos para conocer el material más adecuado.
- Cuando estés buscando una solución de almacenamiento, deberás determinar el uso que le vas a dar.
- Si vas a utilizar un bidón para cualquier tipo de líquido o material peligroso, lo mejor es optar por una opción de metal.
- Si quieres almacenar productos alimenticios, la mejor opción es un bidón de plástico, ya que es resistente a los rayos UV y tiene paredes gruesas a prueba de fugas además mantendrán el contenido a salvo y se asegurarán de que la calidad de los alimentos permanezca intacta.
- Los bidones de metal son la mejor opción si buscas una protección de primera calidad para sus materiales durante el almacenamiento y el transporte. También son una gran elección cuando necesitas almacenar un volumen de material, ya que puedes apilarlos de forma fácil y segura.