Los bidones se tratan de un contenedor cilíndrico igualmente llamados tambores o barriles, los cuales son usados con el fin de cargar y transportar material a granel, siendo posible encontrar bidones fabricados con acero, plástico y cartón, etc.
¿Para que se utilizan los bidones?
Normalmente son empleados para transportar y almacenar material desmenuzado (en polvo) y/o líquidos.
Sin embargo, también pueden usarse tanto para transportar como para almacenar mercancías peligrosas, en estos casos es preciso extremar las medidas en relación al nivel de seguridad, lo cual suele hacerse siguiendo protocolos previamente establecidos por la legislación.
Dentro de la industria suele ser bastante común aquellos bidones que poseen una capacidad que ronda los 200 litros (o 225lt si son de plástico) los cuales tienen 850 milímetros de alto (casi 1mt) y cuyo diámetro es de aproximadamente 575 milímetros.
Además, los bidones de dicho tamaño ofrecen la oportunidad de ser almacenados y apilados fácilmente.
Es posible que el volumen de los bidones varié de acuerdo a su función y necesidad final, por lo que dentro del mercado se puede encontrar una gran variedad de bidones de diversos volúmenes, que van desde pequeños con una capacidad de 6, 15, 40, 50 y 75 hasta grandes con capacidad para 200 litros.
Sin embargo, cabe destacar que los Bidones de 200 litros, independientemente de si son plásticos o metálicos, cuentan con un diseño cilíndrico pensado especialmente con el propósito de facilitar tanto su transporte como su almacenamiento.
Diferencias entre Bidones plásticos y metálicos
Cuando se trata de los bidones, se pueden dividir los mismos en dos modelos, los cuales son:
Bidones de plástico
Los bidones de plástico se tratan de envases elaborados con polietileno de gran densidad, los cuales cuentan con un elevado nivel de resistencia frente a la mayor parte de los productos químicos, siendo algo que los convierte en bidones muy idóneos cuando se pretende para transportar estar clase de materiales.
Bidones metálicos
Los bidones metálicos a pesar de que consisten en bidones bastante parecidos a los de plástico y poseen características realmente similares, se pueden diferenciar principalmente por su composición, debido a que la misma se trata de una chapa de acero laminada en frio.
Dicha característica le ofrece al bidón metálico un mayor peso que el fabricado con plástico, por lo que el peso de los bidones de plástico ronda los 10Kg mientras que los metálicos pesan alrededor de 18Kg.
Homologación, controles y certificados
Independientemente de si son bidones plásticos o metálicos, cualquier bidón de almacenamiento necesita un conjunto de homologaciones de acuerdo al uso industrial que posea.
Así que dentro de los controles unitarios que tienen lugar dentro del proceso de producción destacan los controles de estanquidad y soldadura, en los cuales se exponen los bidones a diversas pruebas con el fin de medir dichos aspectos.
Asimismo, existen controles de esmaltado, acabados y finalizado de los bidones para pasar luego a su distribución.
Los bidones completamente homologados resultan totalmente aptos para toda clase de transporte (aéreo, terrestre, ferroviario o marítimo), mientras que su certificado sanitario ofrece la posibilidad de usarlos para almacenar productos alimenticios.